El Havanese: Un Tesoro Cubano de Alegría y Encanto

El Havanese, o Bichón Habanero, es mucho más que un perro pequeño y bonito; es una concentración de alegría, inteligencia y cariño que ha cautivado corazones durante siglos. Originario de Cuba, donde se convirtió en el compañero predilecto de la aristocracia, este can de sedoso pelaje y mirada expresiva es un verdadero tesoro, capaz de iluminar cualquier hogar con su naturaleza vivaz y su inquebrantable lealtad. Adentrarse en el mundo del Havanese es descubrir una raza con una historia rica, una personalidad deslumbrante y unas necesidades específicas que, una vez comprendidas, garantizan una convivencia plena y feliz.

La historia del Havanese es tan vibrante y colorida como su propia personalidad. Sus raíces se entrelazan con las de los pequeños perros de compañía europeos que llegaron a Cuba en el siglo XVI, traídos por los colonizadores españoles e italianos. Se cree que los ancestros directos del Havanese son los Bichones, como el Bichón Maltés y el Bichón de Tenerife (antecesor del Bichón Frisé), que eran muy populares entre las damas de la nobleza. Estos perros viajaban en los barcos mercantes y, al llegar a la isla caribeña, se adaptaron y evolucionaron en un entorno único.

Durante siglos, el Havanese se desarrolló en Cuba de forma relativamente aislada, lo que contribuyó a la fijación de sus características distintivas. Se le conoció como el “Blanquito de la Habana” por su pelaje blanco predominante en sus inicios, aunque con el tiempo la variedad de colores se amplió. Era el perro de compañía por excelencia de la clase alta cubana, viviendo en mansiones lujosas y compartiendo la vida de sus dueños en todas sus facetas. Su popularidad era tal que incluso se les enseñaban trucos y participaban en espectáculos circenses.

Sin embargo, la Revolución Cubana de 1959 marcó un punto de inflexión para la raza. Muchos aristócratas cubanos emigraron a Estados Unidos, llevando consigo a sus preciados Havanese. En la isla, la raza casi desapareció, pero gracias a los esfuerzos de estos exiliados, se pudo preservar y revivir en suelo estadounidense. A partir de los pocos ejemplares que lograron salir de Cuba, se inició un programa de cría cuidadoso para asegurar la supervivencia y el futuro del Havanese. Hoy en día, es una raza reconocida y querida en todo el mundo, si bien su número sigue siendo relativamente bajo en comparación con otras razas más populares.

El Havanese es un perro pequeño, robusto y compacto, con una apariencia elegante y vivaz. Su tamaño y proporciones lo hacen ideal para la vida en apartamentos, aunque su energía requiere ejercicio regular.

  • Tamaño y Peso: Los Havanese suelen medir entre 23 y 27 centímetros a la cruz, con un rango de peso que oscila entre los 3 y los 6 kilogramos. Son perros livianos pero con una buena estructura ósea.
  • Pelaje: Sin duda, el rasgo más distintivo del Havanese es su largo, sedoso y abundante pelaje. Es suave al tacto y puede ser liso o ligeramente ondulado. Una característica importante es que carece de capa interna o subpelo, lo que reduce significativamente la caída de pelo en comparación con otras razas y lo hace una opción interesante para personas con alergias leves, aunque ningún perro es 100% hipoalergénico. El mantenimiento de este manto requiere dedicación, pero el resultado es espectacular.
  • Colores: La variedad de colores en el Havanese es asombrosa. Pueden ser de cualquier color, desde el blanco puro, crema, dorado, sable, champán, chocolate, plata, gris y negro, hasta combinaciones de dos o tres colores, con o sin manchas. Los colores más comunes incluyen el blanco, el negro, el sable y el chocolate. La diversidad cromática añade un encanto único a cada ejemplar.
  • Cabeza y Expresión: La cabeza es proporcional al cuerpo, con un cráneo ligeramente redondeado y un stop moderado. Los ojos son grandes, almendrados y de color oscuro, con una expresión vivaz, inteligente y, a menudo, traviesa. Las orejas son de inserción alta, caídas y cubiertas de flecos largos, lo que les da una apariencia suave y enmarcada.
  • Cuerpo: El cuerpo es ligeramente más largo que alto, lo que le confiere una silueta rectangular. La espalda es recta, el pecho profundo y las costillas bien arqueadas. La cola es de inserción alta, llevada sobre el dorso en forma de pluma, con abundantes flecos.
  • Andar: Su movimiento es ligero, elástico y elegante, lo que le permite moverse con agilidad y gracia.
perro habanero

El temperamento del Havanese es, sin lugar a dudas, una de sus mayores virtudes. Son perros que rebosan alegría, vitalidad y un inmenso deseo de complacer a sus dueños. Son conocidos por su naturaleza extrovertida y su capacidad para formar lazos profundos con sus familias humanas.

  • Compañero Ideal: El Havanese fue criado con el propósito de ser un perro de compañía, y esa es la esencia de su ser. Son extremadamente apegados a sus familias y disfrutan de la compañía humana por encima de todo. No les gusta estar solos por períodos prolongados y pueden desarrollar ansiedad por separación si no se les acostumbra gradualmente o si se les deja solos con demasiada frecuencia. Son perros que necesitan ser incluidos en las actividades familiares, ya sea una tarde de películas en el sofá o un paseo por el parque.
  • Inteligencia y Entrenabilidad: Son perros muy inteligentes y rápidos para aprender. Esto los hace relativamente fáciles de entrenar, tanto en obediencia básica como en trucos más complejos. Disfrutan de los desafíos mentales y responden bien al refuerzo positivo. Su inteligencia, combinada con su deseo de complacer, los convierte en excelentes candidatos para diversas actividades caninas como la agilidad, la obediencia o incluso la terapia.
  • Sociabilidad: Los Havanese son generalmente sociables con otros perros y mascotas, especialmente si se les socializa desde cachorros. Suelen ser amigables con extraños, aunque pueden mostrar una ligera reserva inicial. Son perros juguetones y disfrutan interactuando con otros animales.
  • Con Niños: Son excelentes compañeros para familias con niños, siempre y cuando los niños sean respetuosos y se les enseñe a interactuar adecuadamente con un perro pequeño. Su naturaleza paciente y juguetona los convierte en buenos compañeros de juegos, pero su tamaño delicado requiere supervisión para evitar accidentes.
  • Energía y Juego: A pesar de su tamaño, los Havanese tienen una energía moderada a alta. Disfrutan de los paseos diarios, los juegos en el jardín y las sesiones de juego en casa. Son perros activos que necesitan liberar su energía, pero no requieren un ejercicio extenuante. Un par de paseos diarios y tiempo de juego interactivo suelen ser suficientes para mantenerlos felices y saludables.
  • Ladrido: Pueden ser propensos a ladrar si no se les entrena adecuadamente, especialmente para alertar de la presencia de extraños o cuando se aburren. Sin embargo, con una buena socialización y entrenamiento, este comportamiento puede controlarse.
  • Sensibilidad: Son perros sensibles y responden mejor a un trato amable y consistente. Las correcciones duras o los gritos pueden dañar su confianza y hacerlos más renuentes a cooperar.

Mantener un Havanese feliz y saludable requiere dedicación, especialmente en lo que respecta a su pelaje. Sin embargo, el tiempo invertido se ve recompensado con un compañero radiante.

  • Cuidado del Pelaje: Este es el aspecto más exigente del mantenimiento del Havanese. Su largo y sedoso manto necesita cepillados diarios para evitar la formación de nudos y esteras, que pueden ser dolorosos para el perro y difíciles de eliminar. Si el pelaje se enreda, se puede dañar la piel y causar irritación. Muchos dueños optan por cortar el pelo de su Havanese a un largo más manejable (el “corte de cachorro” o “teddy bear cut”) para reducir el tiempo de cepillado, aunque esto modifica su apariencia natural. Es recomendable un baño cada 3-4 semanas, utilizando champús y acondicionadores específicos para perros con pelo largo. Un secado completo y cuidadoso es crucial para prevenir problemas de piel.
  • Salud Dental: Al igual que muchas razas pequeñas, los Havanese son propensos a problemas dentales, como la acumulación de sarro y la enfermedad periodontal. Es fundamental establecer una rutina de cepillado dental diario o al menos varias veces por semana, utilizando productos específicos para perros. Las visitas regulares al veterinario para revisiones dentales y limpiezas profesionales son esenciales.
  • Ojos y Oídos: Los ojos deben limpiarse regularmente para eliminar cualquier secreción y prevenir manchas de lágrimas. Las orejas, al ser caídas, necesitan una revisión periódica para asegurar que estén limpias, secas y libres de cualquier signo de infección. El exceso de pelo en el canal auditivo puede requerir ser arrancado (por un profesional o por el dueño si tiene experiencia) para mejorar la ventilación.
  • Uñas: Las uñas deben cortarse regularmente para evitar que crezcan demasiado y causen molestias al perro al caminar. Si escuchas sus uñas al caminar sobre superficies duras, es hora de cortarlas.
  • Ejercicio: Como se mencionó, el Havanese necesita ejercicio regular pero moderado. Dos paseos diarios de 20-30 minutos y algunas sesiones de juego en casa o en el jardín suelen ser suficientes. Disfrutan de los juegos interactivos, como buscar la pelota o juguetes. No son perros que necesiten correr maratones, pero disfrutan de la actividad.
  • Alimentación: Una dieta de alta calidad, formulada para razas pequeñas y adaptada a su nivel de actividad y edad, es fundamental. Es importante controlar las porciones para evitar el sobrepeso, ya que incluso unos pocos kilos de más pueden afectar la salud de un perro pequeño.
  • Entrenamiento y Socialización: El entrenamiento en positivo desde cachorros es clave para un Havanese equilibrado. La socialización temprana, exponiéndolos a diversas personas, lugares, sonidos y otros perros de forma controlada y positiva, ayuda a desarrollar un temperamento confiado y amigable. Su inteligencia hace que disfruten de las clases de obediencia y de aprender nuevos trucos.

En general, el Havanese es una raza robusta y longeva, con una esperanza de vida que suele oscilar entre los 12 y los 15 años, e incluso más. Sin embargo, como todas las razas, son propensos a ciertas condiciones de salud genéticas. Los criadores responsables realizan pruebas de salud en sus reproductores para minimizar la transmisión de estas enfermedades.

  • Displasia de Cadera y Codo: Aunque es más común en razas grandes, los Havanese pueden verse afectados por estas condiciones ortopédicas, que causan dolor y cojera.
  • Luxación Patelar (Rótula Dislocada): Una afección común en razas pequeñas, donde la rótula se sale de su lugar, causando cojera intermitente. En casos graves, puede requerir cirugía.
  • Enfermedades Oculares: Incluyen cataratas juveniles (opacidades en el cristalino que pueden causar ceguera), atrofia progresiva de retina (degeneración de la retina que lleva a la ceguera) y distiquiasis (pestañas que crecen en una posición anómala e irritan el ojo).
  • Sordera: Algunos Havanese pueden nacer sordos o desarrollar sordera con la edad.
  • Condrodisplasia: Una condición genética que afecta el desarrollo del cartílago y el hueso, pudiendo causar deformidades en las extremidades.
  • Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes: Afección que afecta la cabeza del fémur, causando degeneración ósea y dolor.
  • Problemas Cardíacos: Algunos Havanese pueden ser propensos a ciertas afecciones cardíacas, como el soplo cardíaco.
  • Alergias: Pueden ser sensibles a ciertas alergias ambientales o alimentarias, que se manifiestan con picazón en la piel y problemas gastrointestinales.

Es crucial elegir un criador de Havanese que sea transparente sobre las pruebas de salud que realiza en sus perros y que pueda proporcionar certificados de los padres. Las revisiones veterinarias regulares, una dieta adecuada y un estilo de vida activo son fundamentales para mantener a su Havanese en óptima forma.

habanero cubano

Integrar un Havanese en la familia es una experiencia gratificante, pero hay que tener en cuenta ciertas particularidades para asegurar una convivencia armónica.

  • Perros de Interior: Los Havanese son, por naturaleza, perros de interior. No están adaptados para vivir al aire libre en climas extremos, ni para pasar largos períodos de tiempo solos en un jardín. Su lugar está junto a su familia, dentro del hogar.
  • Necesidad de Compañía: Su fuerte apego a sus dueños significa que no son la raza ideal para personas que pasan muchas horas fuera de casa. Si bien pueden acostumbrarse a estar solos por períodos cortos con entrenamiento adecuado y enriquecimiento ambiental, prosperan cuando tienen compañía constante.
  • Adaptabilidad: Son muy adaptables a diferentes entornos de vida, desde apartamentos en la ciudad hasta casas con jardín en el campo, siempre y cuando sus necesidades de ejercicio y compañía sean satisfechas.
  • Ruidosos vs. Silenciosos: Como se mencionó, pueden ser propensos al ladrido si se les permite. Un entrenamiento consistente y la socialización pueden ayudar a mitigar este comportamiento. Su ladrido, aunque puede ser de alerta, no es excesivamente ruidoso.
  • Viajes: Debido a su tamaño compacto y su naturaleza adaptable, son excelentes compañeros de viaje. Muchos dueños de Havanese disfrutan llevándolos consigo en vacaciones o en visitas a amigos y familiares.
  • Formación del Vínculo: El Havanese forma un vínculo increíblemente fuerte con sus dueños. Este lazo es la base de su felicidad y de su capacidad para aprender y desarrollarse. Responder a su necesidad de compañía y afecto es clave para un perro equilibrado.

Aunque su principal rol es el de compañero, el Havanese es un perro versátil que puede destacar en diversas actividades.

  • Perros de Terapia: Su naturaleza amable, su tamaño manejable y su amor por las personas los hacen excelentes perros de terapia. A menudo visitan hospitales, residencias de ancianos y escuelas, llevando alegría y consuelo.
  • Deportes Caninos: A pesar de su tamaño, muchos Havanese disfrutan de los deportes caninos como la agilidad, la obediencia, el rally o el freestyle (bailes caninos). Su inteligencia y agilidad les permiten sobresalir en estas disciplinas.
  • Show de Conformación: Son perros con una apariencia distintiva y elegante, y muchos ejemplares participan con éxito en exposiciones de conformación, donde se evalúa su apego al estándar de la raza.
  • Compañeros de Aventuras Suaves: Si bien no son perros para caminatas de montaña, disfrutan de paseos por la naturaleza, explorando nuevos olores y paisajes en compañía de sus dueños.

Decidir si un Havanese es la raza adecuada para tu hogar implica una reflexión honesta sobre tu estilo de vida y tus expectativas.

Considera el Havanese si:

  • Buscas un compañero leal y afectuoso que disfrute de tu compañía constante.
  • Estás dispuesto a dedicar tiempo diario al cepillado de su pelaje o a pagar por peluquería regular.
  • Tienes un estilo de vida que te permite incluir a tu perro en tus actividades diarias.
  • Estás preparado para un perro inteligente que necesita estimulación mental y entrenamiento consistente.
  • Vives en un apartamento o en una casa con espacio limitado, pero puedes proporcionarle paseos y juegos.
  • Buscas un perro generalmente amigable con niños y otras mascotas.
  • Estás dispuesto a invertir en una nutrición de calidad y en atención veterinaria regular.

Quizás el Havanese no sea la mejor opción si:

  • Pasas muchas horas fuera de casa y no puedes proporcionarle la compañía que necesita.
  • No estás dispuesto a comprometerte con el mantenimiento de su pelaje.
  • Buscas un perro independiente que no necesite mucha atención.
  • Prefieres una raza con un pelaje de bajo mantenimiento.
  • No estás preparado para el potencial de ladridos de alerta.

En resumen, el Havanese es una raza encantadora que ofrece una combinación única de belleza, inteligencia y afecto. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos, su naturaleza juguetona y su deseo incondicional de ser parte de la familia lo convierten en un compañero excepcional para aquellos que pueden satisfacer sus necesidades específicas de compañía y cuidado. Es un perro que, con el amor y la atención adecuados, se convertirá en el sol de tu hogar, irradiando alegría y lealtad con cada movimiento de su cola. Un auténtico tesoro cubano que ha conquistado el mundo.

“El Havanese” de Jo Ann Carey (traducido al español). Un recurso completo que cubre la historia, el estándar de la raza, el cuidado, la salud y el entrenamiento.

“Havanese: Guía Completa de la Raza” de Abigail Johnson (disponible en ediciones con traducción al español). Ofrece información detallada para futuros y actuales propietarios.

“Tu Perro Havanese: Cuidado, Entrenamiento y Salud” de varios autores. Libros prácticos que se centran en los aspectos cotidianos de la convivencia con un Havanese.

“Manual Práctico del Bichón Habanero” (colecciones genéricas sobre razas, busca específicamente el capítulo o libro dedicado a esta raza).

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