Pachón Navarro: La ancestral raza con nariz partida

Existen joyas genéticas que han sobrevivido al paso de los siglos, portando en su sangre la historia de una tierra y sus gentes. Son legados vivos, testimonios de una funcionalidad que moldeó su cuerpo y su espíritu. Uno de los más insignes y singulares exponentes de este patrimonio en la península ibérica es, sin duda alguna, el Pachón Navarro. Un perro de muestra legendario, cuya estampa rústica y noble y, sobre todo, su característica trufa partida, lo convierten en una reliquia zoológica andante. Hablar de este can es sumergirse en la historia de la cinegética española, en los paisajes de Navarra y las riberas del Ebro, y en la pasión de un puñado de hombres y mujeres que se negaron a dejarlo desaparecer en las brumas del olvido.

Esta entrada se adentra en el alma y la esencia de este cazador navarro, un perro que es mucho más que su peculiar nariz. Exploraremos sus orígenes inciertos y su glorioso pasado, desentrañaremos los secretos de su morfología adaptada para la caza y descubriremos el temperamento leal y sereno que lo convierte en un compañero excepcional, tanto en el campo como en el calor del hogar. A través de un recorrido exhaustivo, analizaremos su estado de salud, sus necesidades de cuidado y adiestramiento, y la situación actual de una raza que, tras coquetear con la extinción, lucha por asegurar su porvenir. Este no es solo el retrato de un perro; es el homenaje a un superviviente, a un tesoro nacional que merece ser conocido, valorado y preservado para las futuras generaciones. Prepárese para descubrir a fondo al can de nariz partida, un perro forjado por la tierra y el viento, un verdadero emblema de la fauna y la cultura española.

Orígenes e Historia de una Leyenda Ibérica

La crónica del Pachón Navarro es un viaje fascinante a través del tiempo, un relato que se entrelaza con la propia historia de España y de la caza en Europa. Rastrear sus orígenes exactos es una tarea compleja, envuelta en el misterio y la especulación, ya que sus albores se pierden en épocas donde los registros cinófilos eran inexistentes. Sin embargo, las evidencias históricas, artísticas y zootécnicas nos permiten trazar un perfil plausible de su linaje y evolución.

Los Albores de la Raza: Teorías y Evidencias Ancestrales

La teoría más extendida y aceptada sitúa a este perro de muestra como uno de los descendientes más directos y puros del antiguo Perro de Punta Español o del aún más arcaico Canis Gallicus. Se cree que estos perros, introducidos en la península ibérica por los celtas o posteriormente por los romanos, fueron la base a partir de la cual se desarrollaron muchas de las razas de muestra europeas, incluyendo los pointers y bracos. El aislamiento geográfico y la selección funcional llevada a cabo por los cazadores de la región del antiguo Reino de Navarra y sus alrededores fueron los cinceles que, durante siglos, esculpieron las características únicas de esta raza.

Existen referencias en textos clásicos y tratados de caza medievales que describen perros con características muy similares a las del cazador navarro. Autores como Arriano en su Cynegeticus, ya en el siglo II d.C., hablaban de los perros hispanos como excelentes auxiliares para la caza de aves con red, destacando su capacidad para detenerse y señalar la presencia de la presa, una cualidad inherente a los perros de muestra. Aunque no podemos afirmar con certeza que se tratase del ancestro directo, sí demuestra la existencia de un prototipo de perro de punta en la península desde tiempos muy remotos.

El Esplendor en los Siglos de Oro y la Ilustración

Fue durante los siglos XVI, XVII y, especialmente, el XVIII y XIX, cuando la raza alcanzó su máximo apogeo y reconocimiento. Se convirtió en el perro de muestra por excelencia de la aristocracia y la realeza española. Su fama trascendió fronteras, siendo un animal muy apreciado en las cortes europeas. Obras de arte de la época, como pinturas de Velázquez o Goya, a menudo incluyen en sus escenas de caza perros de morfología compatible con la de este can ibérico, lo que atestigua su popularidad y estatus.

En esta época dorada, la selección se centraba exclusivamente en las aptitudes venatorias. Se buscaba un perro resistente, capaz de cazar durante largas jornadas en los terrenos más arduos, con un olfato superlativo, una muestra firme y un cobro delicado. La famosa nariz partida, aunque presente, no era el único rasgo definitorio; era su rendimiento en el campo lo que le otorgaba su prestigio. Se le conocía por diversos nombres según la región: «Pachón», «Perro de Punta Navarro», «Navarro», o simplemente «Perro Español». Su versatilidad le permitía cazar con maestría tanto la perdiz roja, reina de la caza menor en España, como la codorniz, el conejo o la liebre.

La Crisis del Siglo XX: El Ocaso de un Gigante

El siglo XX trajo consigo una serie de catastróficas desdichas para la raza, llevándola al borde mismo de la extinción. La primera gran estocada fue la Guerra Civil Española (1936-1939), un conflicto que devastó el país y relegó la cría selectiva de perros a un último plano. Muchos de los mejores ejemplares se perdieron en la contienda o durante la durísima posguerra.

Posteriormente, la irrupción de enfermedades como la mixomatosis en la década de 1950, que diezmó las poblaciones de conejos, su principal presa de pelo, restó utilidad a muchos perros de caza. A esto se sumó un cambio de mentalidad y de modas en el mundo cinegético. La llegada masiva de razas foráneas, como el Pointer inglés o el Braco alemán, más rápidas y con un estilo de caza más espectacular, fue arrinconando progresivamente a las razas autóctonas, consideradas por algunos como más lentas o anticuadas.

El golpe de gracia fue la progresiva desaparición de la cría tradicional en los caseríos y zonas rurales. El éxodo rural y la intensificación de la agricultura transformaron el paisaje y el modo de vida, y con ellos, el entorno natural donde esta raza había prosperado. Para la década de 1970, encontrar un ejemplar puro era una tarea titánica. El Pachón Navarro se había convertido en una sombra de su glorioso pasado, un fantasma que solo pervivía en la memoria de los cazadores más ancianos.

El Resurgimiento: La Ardua Labor de Recuperación

Cuando todo parecía perdido, la llama de la esperanza se encendió gracias a la pasión y el esfuerzo de un grupo de cazadores, criadores y entusiastas que se negaron a aceptar su desaparición. A finales de la década de 1970 y principios de los 80, figuras clave como José Manuel Sanz Timoner, entre otros, emprendieron una auténtica cruzada por la recuperación de la raza.

Comenzaron un meticuloso trabajo de campo, recorriendo los valles más recónditos de Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla y León, buscando los últimos ejemplares que aún conservaban las características morfológicas y funcionales de la estirpe original. Fue una labor de arqueología canina, entrevistando a pastores y cazadores ancianos, siguiendo pistas y rumores, y rescatando de la desaparición a perros de gran valor genético.

Con los pocos ejemplares localizados, se inició un programa de cría selectiva y controlada. El objetivo era doble: por un lado, fijar el tipo morfológico descrito en los estándares antiguos y, por otro, recuperar y potenciar sus extraordinarias cualidades para la caza. Se creó un libro de registros genealógicos para evitar la consanguinidad y asegurar la variabilidad genética. La fundación del Círculo de Cazadores y Criadores de Pachón Navarro en 1979 fue un hito fundamental, proporcionando una plataforma para unificar esfuerzos, compartir conocimientos y promover la raza a nivel nacional.

Gracias a esta dedicación inquebrantable, que se ha prolongado durante más de cuatro décadas, el Pachón Navarro ha logrado salir de la unidad de cuidados intensivos. Aunque sigue siendo una raza minoritaria, su censo ha aumentado de forma constante y su futuro, aunque todavía requiere de protección y fomento, se vislumbra con un optimismo que hubiera sido impensable hace cincuenta años. Su historia es un poderoso recordatorio de la fragilidad de nuestro patrimonio genético y de la importancia de la conservación.

Anatomía de un Cazador: El Estándar Desvelado

La morfología del Pachón Navarro es el resultado de siglos de selección funcional. Cada parte de su cuerpo está diseñada para un propósito: la resistencia, la eficiencia y la precisión en la caza. No es un perro de belleza extravagante, sino de una belleza rústica y armónica, donde la función ha dictado la forma. El estándar de la raza, promovido por la Real Sociedad Canina de España (RSCE), busca preservar estas características que lo definen como un perro de muestra excepcional.

Morfología General: Apariencia y Proporciones

Es un perro de tipo bracoide, de tamaño mediano a grande, aspecto robusto y construcción fuerte, pero sin resultar pesado. Su perfil es rectilíneo, con proporciones armónicas que denotan potencia y resistencia. La impresión general es la de un atleta de fondo, compacto y bien musculado, capaz de soportar largas y duras jornadas de caza en todo tipo de terrenos. Su estructura ósea es sólida y su musculatura bien desarrollada, especialmente en el tercio posterior, motor de su característico trote cazador. La longitud del cuerpo es ligeramente superior a la alzada a la cruz, lo que le confiere un formato sublongilíneo.

La Cabeza: El Sello de Identidad

La cabeza es una de las partes más distintivas y reveladoras de la raza. Es grande y bien proporcionada con respecto al cuerpo, con un cráneo ancho y un stop (depresión naso-frontal) suave y poco marcado. Los ejes craneofaciales son paralelos o ligeramente convergentes.

  • La Trufa Partida: Sin duda, el rasgo más icónico y polémico es su trufa. Esta característica, conocida como nariz bífida, es una hendidura que divide las dos fosas nasales. Históricamente, una creencia popular muy arraigada sostenía que esta particularidad le confería un olfato superior, al permitirle percibir mejor la dirección del viento y el rastro de las presas. Científicamente, esta afirmación es objeto de debate y no ha sido probada. Desde el punto de vista genético, se considera una malformación congénita leve, similar a un micro-labio leporino, que no afecta a la funcionalidad respiratoria ni olfativa del animal. Es importante destacar que no todos los ejemplares presentan esta característica, y el estándar actual de la raza acepta tanto la trufa partida como la trufa completa y ancha, sin penalizar ninguna de las dos formas. Lo que sí se exige es que la trufa sea grande, húmeda y de color hígado o rosado en armonía con el manto.
  • Hocico, Mandíbulas y Mordida: El hocico es ancho y cuadrado, de longitud similar a la del cráneo, lo que le proporciona una gran superficie olfativa. Las mandíbulas son fuertes y bien desarrolladas, asegurando una presa firme pero delicada, cualidad indispensable para el cobro de piezas sin dañarlas (la llamada «boca blanda»). La mordida debe ser en tijera, es decir, los incisivos superiores cubren estrechamente a los inferiores.
  • Ojos: Los ojos son grandes, de forma almendrada y posición semi-lateral. Su color varía desde el avellana hasta el castaño, siempre en consonancia con el color del manto. La expresión es uno de sus rasgos más cautivadores: una mezcla de nobleza, inteligencia y una profunda melancolía que transmite calma y serenidad.
  • Orejas: Las orejas son de inserción media-alta, largas y anchas, colgando pegadas a la cabeza sin ser pesadas. Su textura es fina y suave. Cuando el perro está en atención, las levanta ligeramente, mostrando su estado de alerta.

Cuerpo: Construido para la Resistencia

  • Cuello, Línea Superior y Espalda: El cuello es fuerte, musculado y sin papada, uniéndose armoniosamente a los hombros. La línea superior es recta y firme. La espalda es ancha y potente, y el lomo es corto y robusto, garantizando una buena transmisión del impulso desde las patas traseras.
  • Pecho y Costillas: El pecho es profundo, ancho y bien descendido, llegando al menos a la altura del codo. Las costillas son bien arqueadas, no planas, lo que le proporciona una enorme capacidad torácica, esencial para la oxigenación durante el ejercicio prolongado.
  • Lomo y Grupa: El lomo, como se mencionó, es corto y musculado. La grupa es ancha y ligeramente inclinada, contribuyendo a la potencia del tren posterior.

Extremidades, Cola, Manto y Talla

  • Miembros Anteriores y Posteriores: Las extremidades son fuertes y con buenos aplomos. Vistos de frente, los miembros anteriores son rectos y paralelos. Los hombros son largos y oblicuos, permitiendo una gran libertad de movimiento. Las patas traseras son el motor del perro; son potentes, con muslos largos y musculosos y corvejones bien angulados, lo que le proporciona el empuje necesario para su trote económico y resistente. Los pies son compactos («pies de gato»), con dedos apretados y almohadillas duras y resistentes.
  • Cola: La cola es de inserción media. Tradicionalmente se amputaba a un tercio de su longitud, una práctica que hoy en día está prohibida en muchos lugares. En su estado natural, es gruesa en la base y se afina hacia la punta, llegando hasta el corvejón. En acción, la lleva horizontalmente o con la punta ligeramente levantada, actuando como un timón de equilibrio.
  • Manto y Color: El pelaje es otra de sus señas de identidad. Se presentan dos variedades principales:
    • Pelo Corto: Es el más común. El pelo es corto, fino, denso y apretado por todo el cuerpo.
    • Pelo Cerdoso o Sedoso: Menos frecuente pero igualmente aceptado. El pelo es más largo (hasta 4 cm), más duro y áspero al tacto. El color siempre es bicolor, combinando el blanco con el hígado o el naranja. Las manchas de color pueden ser grandes y bien definidas o presentarse como un moteado o salpicado sobre el fondo blanco (jaspeado, truitado). Ocasionalmente pueden aparecer ejemplares tricolores (blanco, hígado y fuego), una reminiscencia de su linaje antiguo.
  • Talla y Peso: Existe un dimorfismo sexual evidente.
    • Machos: Alzada a la cruz entre 55 y 64 cm. Peso aproximado de 25 a 35 kg.
    • Hembras: Alzada a la cruz entre 52 y 60 cm. Peso aproximado de 20 a 30 kg. Se busca un equilibrio, primando la constitución y la sustancia sobre la talla exacta.
pachon navarro

El Alma del Pachón: Temperamento y Comportamiento

Más allá de su imponente físico de cazador, el alma de este can ibérico alberga un temperamento equilibrado, noble y profundamente leal. Es un perro de carácter dual: en el campo, es un trabajador incansable, apasionado y resuelto; en el hogar, se transforma en un compañero tranquilo, afectuoso y de una paciencia casi infinita. Comprender su psicología es fundamental para disfrutar plenamente de la convivencia con esta joya canina.

Un Carácter Dual: Seriedad en el Campo, Dulzura en el Hogar

Esta doble faceta es, quizás, su rasgo de comportamiento más admirable. Cuando se viste con el chaleco de caza y pisa el terreno, su instinto se enciende. Se vuelve metódico, serio y concentrado. Su búsqueda es sistemática, a un trote sostenido y económico que le permite cubrir grandes extensiones de terreno sin agotarse prematuramente. Su pasión por la caza es innata y poderosa, pero siempre controlada por una notable inteligencia y una conexión constante con su guía.

Sin embargo, una vez cruzado el umbral de casa, ese atleta concentrado se despoja de su «uniforme de trabajo» para convertirse en un miembro más de la familia. Es un perro notablemente tranquilo en interiores. Disfruta de largas siestas cerca de sus dueños y no es propenso a la destructividad o a la ansiedad por separación, siempre y cuando sus necesidades de ejercicio y estimulación mental estén cubiertas. Su serenidad lo convierte en un compañero de vida muy agradable.

Lealtad Inquebrantable y Vínculo con su Guía

El Pachón Navarro es un perro de un solo dueño en el sentido más profundo del término. Aunque es cariñoso con toda la familia, tiende a desarrollar un vínculo excepcionalmente fuerte y especial con la persona que considera su guía, generalmente quien lo adiestra, lo cuida y comparte con él las jornadas de caza o largas caminatas. Esta lealtad es incondicional. Vive por y para complacer a su líder, y su mayor recompensa es una palabra de aliento o una caricia tras un trabajo bien hecho. Esta predisposición a la colaboración hace que su adiestramiento, si se aborda correctamente, sea una experiencia muy gratificante.

Inteligencia, Capacidad de Aprendizaje y Sensibilidad

Es una raza muy inteligente, pero no de una inteligencia nerviosa o hiperactiva, sino reflexiva y observadora. Aprende rápidamente, pero también es sensible a los métodos de adiestramiento. Los castigos severos o las técnicas basadas en la fuerza son contraproducentes y pueden dañar su confianza y esa conexión especial con su guía. Responde de manera excepcional al refuerzo positivo, a la paciencia y a la coherencia. Su capacidad para resolver problemas en el campo, adaptándose a las condiciones del terreno, el viento y el comportamiento de la presa, es una prueba fehaciente de su agudeza mental.

Su Faceta como Perro de Familia

A pesar de su linaje eminentemente cazador, es un perro familiar extraordinario. Su paciencia legendaria lo hace especialmente adecuado para hogares con niños, con quienes suele mostrarse protector y delicado. Obviamente, como con cualquier raza, la interacción siempre debe ser supervisada para enseñar tanto al perro como a los niños a respetarse mutuamente.

Con otras mascotas, la convivencia suele ser pacífica si se realiza una socialización adecuada desde cachorro. Puede convivir sin problemas con otros perros, e incluso con gatos si se ha acostumbrado a ellos desde pequeño. Sin embargo, su instinto de caza hacia aves u otros animales pequeños siempre estará latente, por lo que la prudencia es necesaria en espacios abiertos.

Niveles de Energía y Necesidad de Estímulo Mental

No hay que dejarse engañar por su calma en el hogar. Este es un perro de trabajo con un motor diésel. Necesita una cantidad significativa de ejercicio diario para mantenerse física y mentalmente equilibrado. Un simple paseo por la manzana es completamente insuficiente. Requiere largas caminatas, la oportunidad de correr en espacios seguros y, si es posible, actividades que estimulen su mente y su olfato, como el rastreo o los juegos de búsqueda. Un ejemplar que no desfoga su energía puede desarrollar frustración y problemas de comportamiento. Es el perro ideal para personas activas, amantes del senderismo, el trail running o, por supuesto, la caza.

El Atleta Rústico: Salud y Cuidados Esenciales

El Pachón Navarro es, por su propia historia de supervivencia y selección natural, una raza rústica y generalmente saludable. Su fortaleza no exime a sus dueños de la responsabilidad de proporcionarle los cuidados necesarios para garantizar una vida larga, sana y feliz. Una correcta alimentación, un programa de ejercicio adecuado, una higiene regular y una atención veterinaria preventiva son los pilares de su bienestar.

Alimentación: El Combustible del Cazador

La nutrición es fundamental para un perro con sus niveles de energía. La dieta debe ser de alta calidad, rica en proteínas de origen animal y grasas saludables para sostener su musculatura y proporcionarle la energía necesaria para sus actividades.

  • Etapa de Cachorro: Durante el crecimiento, es crucial proporcionar un pienso específico para cachorros de razas medianas o grandes. Estos piensos están formulados con el equilibrio correcto de calcio y fósforo para un desarrollo óseo saludable y para prevenir problemas articulares en el futuro.
  • Etapa Adulta: La cantidad y el tipo de alimento dependerán de su nivel de actividad. Un perro que caza regularmente durante la temporada necesitará una dieta de alto rendimiento, más calórica, que un ejemplar que lleva una vida más tranquila como perro de compañía. Es vital ajustar las raciones para mantenerlo en su peso ideal, evitando tanto la delgadez como el sobrepeso, que ejerce una presión innecesaria sobre sus articulaciones.
  • Etapa Senior: A medida que envejece y su metabolismo se ralentiza, puede ser necesario cambiar a un pienso «senior», con menos calorías y enriquecido con suplementos como la glucosamina y la condroitina para proteger su salud articular.

El acceso constante a agua fresca y limpia es, por supuesto, indispensable.

Ejercicio y Actividad Física: El Motor en Marcha

Como ya se ha mencionado, el ejercicio es una necesidad no negociable. Un mínimo de una a dos horas de actividad diaria es recomendable. Esto debe incluir no solo paseos con correa, sino también tiempo para correr libremente en un área segura y vallada. Las actividades que involucran su poderoso olfato son extremadamente beneficiosas para su estimulación mental. El senderismo, el canicross o simplemente jugar a esconder objetos en el jardín lo mantendrán feliz y equilibrado. Privarlo de ejercicio es la receta perfecta para un perro frustrado y con posibles problemas de conducta.

Higiene y Aseo: Mantenimiento de la Máquina

  • Pelo: Su manto, ya sea corto o cerdoso, es de bajo mantenimiento. Un cepillado semanal es suficiente para eliminar el pelo muerto y mantener la piel sana. Durante la muda, puede ser necesario aumentar la frecuencia. Los baños deben ser ocasionales, solo cuando esté realmente sucio, para no eliminar los aceites naturales que protegen su piel.
  • Oídos: Sus orejas largas y caídas pueden dificultar la ventilación del canal auditivo, haciéndolo propenso a las otitis. Es fundamental revisar y limpiar sus oídos regularmente con un producto específico recomendado por el veterinario, especialmente después de las jornadas en el campo o de haberse mojado.
  • Ojos: Se deben mantener limpios de legañas, utilizando una gasa húmeda si es necesario.
  • Uñas: Si no se desgastan de forma natural con el ejercicio, deben ser cortadas periódicamente para evitar que crezcan demasiado y le causen molestias al caminar.
  • Trufa Partida: En los ejemplares que la presentan, la hendidura de la nariz puede acumular algo de suciedad. Es aconsejable limpiarla suavemente con una gasa húmeda de vez en cuando para mantener la zona aseada, aunque por lo general no requiere cuidados especiales.

Salud y Predisposiciones Genéticas

Aunque es una raza robusta, no es inmune a ciertas afecciones. La cría responsable es clave para minimizar la incidencia de enfermedades hereditarias.

  • Displasia de Cadera y Codo: Como muchas razas de su tamaño, puede tener predisposición a la displasia. Es una malformación de la articulación que puede causar dolor y artritis. Es fundamental que los criadores realicen radiografías a sus reproductores para certificar que están libres de esta enfermedad.
  • Problemas Oculares: Se han descrito algunos casos de problemas como la atrofia progresiva de retina o las cataratas, aunque no tienen una incidencia alta.
  • Otitis: Como se mencionó, la conformación de sus orejas los hace susceptibles a infecciones de oído.
  • Torsión Gástrica: Al ser un perro de pecho profundo, existe un riesgo, aunque moderado, de dilatación-vólvulo gástrico. Para prevenirlo, es aconsejable dividir su ración diaria en dos tomas y evitar el ejercicio intenso justo antes y después de comer.

La medicina preventiva es la mejor herramienta. Mantener al día el calendario de vacunación y desparasitación (interna y externa) y realizar chequeos veterinarios anuales es esencial para detectar cualquier problema a tiempo y asegurar que nuestro compañero se mantenga en plena forma.

Forjando al Compañero Ideal: Educación y Adiestramiento

Educar a un Pachón Navarro es un proceso que requiere paciencia, coherencia y una comprensión profunda de su psicología. Su inteligencia y su deseo innato de complacer hacen que sea un alumno aplicado, pero su sensibilidad exige un enfoque positivo y respetuoso. Un adiestramiento adecuado no solo lo convertirá en un excelente perro de caza, sino también en un ciudadano canino ejemplar y un miembro equilibrado de la familia.

La Socialización Temprana: La Base de un Adulto Equilibrado

La socialización es el pilar sobre el que se construirá todo el comportamiento futuro del perro. Este proceso debe comenzar desde que el cachorro llega a casa y prolongarse intensivamente durante los primeros meses de vida. Consiste en exponerlo de forma gradual y positiva a una amplia variedad de estímulos: personas de todas las edades y apariencias, otros perros equilibrados, diferentes entornos (ciudad, campo), ruidos (tráfico, tormentas), superficies y situaciones. Una correcta socialización previene miedos, fobias y posibles problemas de agresividad en la edad adulta, forjando un perro seguro de sí mismo y confiable en cualquier circunstancia.

Adiestramiento en Obediencia Básica: Métodos en Positivo

La obediencia básica es fundamental para cualquier perro, independientemente de su función. Comandos como «sentado», «quieto», «tumbado», «ven aquí» y caminar con la correa sin tirar son esenciales para la seguridad y una convivencia armoniosa.

Con este can, los métodos de adiestramiento basados en el refuerzo positivo son, con diferencia, los más efectivos. Esto implica premiar los comportamientos deseados (con golosinas, caricias, palabras amables o juguetes) e ignorar o redirigir los no deseados. El uso de la fuerza o los gritos solo generará desconfianza y miedo en un perro tan sensible, pudiendo dañar irreparablemente el vínculo con su guía. Las sesiones de entrenamiento deben ser cortas, divertidas y consistentes para mantener su atención y motivación.

El Entrenamiento Específico para la Caza

Para aquellos que deseen utilizar al perro en su función zootécnica original, el adiestramiento cinegético es un arte que potenciará sus instintos naturales.

  • La Muestra Innata: La cualidad más importante de un perro de punta es su capacidad para quedarse inmóvil al detectar la emanación de una presa. Este es un comportamiento en gran medida innato en la raza. El trabajo del adiestrador consiste en potenciar y pulir esta cualidad. Se debe enseñar al perro a respetar la muestra, a guiar al cazador hacia la pieza y a permanecer quieto en el momento del disparo y la caída («quietud al fuego y al vuelo»).
  • El Cobro: Es un excelente cobrador, tanto en tierra como en agua. Su «boca blanda» natural le permite traer las piezas sin dañarlas. El adiestramiento del cobro debe enfocarse en la obediencia y la entrega correcta de la pieza en la mano del cazador.
  • Adaptación al Terreno y las Especies: El entrenamiento debe ser progresivo, comenzando en terrenos fáciles y con piezas de granja (como la codorniz) para ir aumentando la dificultad. Un buen ejemplar debe ser capaz de adaptarse a diferentes ecosistemas (siembra, monte bajo, viñedos) y a las particularidades de las distintas especies cinegéticas, como la perdiz roja, conocida por su astucia y su tendencia a peonar (correr) en lugar de volar.
  • El Vínculo Cazador-Perro: En la caza, la conexión entre el perro y su guía es fundamental. El perro debe cazar para el cazador, manteniendo siempre el contacto visual y adaptando su búsqueda a las indicaciones de su compañero humano. Esta complicidad es la máxima expresión de la belleza de la caza con perro de muestra.
perro pachón
Generada con IA

El Pachón Navarro en el Siglo XXI

Tras haber superado el umbral de la extinción, el Pachón Navarro se enfrenta ahora a los retos del siglo XXI. Su futuro depende de la gestión cuidadosa de su patrimonio genético, de la promoción de sus virtudes más allá del ámbito puramente cinegético y del compromiso continuo de criadores y aficionados.

La Situación Actual de la Raza: Censo y Distribución

Actualmente, la raza sigue siendo minoritaria, con un censo que, aunque en crecimiento, es todavía reducido si se compara con otras razas de caza. La mayor parte de los ejemplares se concentran en sus zonas de origen: Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla y León, aunque gracias a la labor de promoción, su presencia se ha extendido a otras comunidades autónomas de España e incluso a otros países como Francia o Italia, donde sus cualidades son muy apreciadas.

El Círculo de Cazadores y Criadores de Pachón Navarro sigue siendo la principal entidad que vela por la raza. Gestiona el libro de orígenes, organiza pruebas de trabajo para evaluar las aptitudes de los ejemplares y promueve una cría seria y responsable, centrada tanto en la morfología como en el temperamento y las habilidades venatorias. Su labor es crucial para mantener la pureza y la funcionalidad que definen a este can.

Más Allá de la Caza: Un Perro Polivalente

Si bien su esencia es la de un perro de caza, sus cualidades lo hacen apto para otras muchas actividades. Su inteligencia, su olfato y su carácter equilibrado lo convierten en un excelente candidato para disciplinas caninas como el mantrailing (búsqueda de personas), la detección de sustancias o los deportes de olfato. Su temperamento tranquilo y su gran paciencia también lo hacen idóneo como perro de terapia o de asistencia. Promocionar esta polivalencia es una vía importante para dar a conocer la raza a un público más amplio y asegurar su supervivencia más allá de la dependencia de la actividad cinegética.

Retos Futuros para la Conservación

El principal reto sigue siendo aumentar la base genética de forma controlada para evitar los problemas derivados de la consanguinidad, una amenaza siempre presente en razas con un censo reducido. Para ello, es fundamental la colaboración entre criadores y el uso de herramientas genéticas modernas.

Otro desafío es luchar contra la cría indiscriminada por parte de personas ajenas a los clubes oficiales, que no siguen los criterios de selección y pueden producir ejemplares que no se ajustan al estándar o que perpetúan problemas de salud. La concienciación y la educación de los potenciales compradores son clave: adquirir un cachorro de esta raza debe ser un acto meditado y responsable, acudiendo siempre a criadores serios y comprometidos.

Finalmente, la raza debe adaptarse a una sociedad en constante cambio, donde la visión sobre la caza puede ser controvertida. Demostrar su valor como perro de compañía equilibrado y como atleta en diversas disciplinas caninas es fundamental para garantizar su aprecio y protección a largo plazo.

El Pachón Navarro no es solo un perro; es un fragmento de la historia y la biodiversidad de la península ibérica. Cada ejemplar es un tesoro vivo, el resultado de una herencia de siglos. Ser propietario de uno de ellos es un privilegio que conlleva la gran responsabilidad de cuidarlo, entenderlo y contribuir, en la medida de lo posible, a la preservación de este extraordinario legado.

Libros Recomendados

Encontrar bibliografía dedicada exclusivamente al Pachón Navarro es una tarea difícil debido a su estatus de raza minoritaria. Sin embargo, para aquellos interesados en profundizar en el mundo de los perros de muestra españoles y en el adiestramiento para la caza, se recomiendan las siguientes obras en español, que proporcionan un contexto y unas técnicas perfectamente aplicables a la raza:

  1. «El perro de muestra: Caza, cría y adiestramiento» de Giorgio Cappe.
    • Un clásico completo que, aunque generalista, aborda todos los aspectos del perro de muestra, desde la elección del cachorro hasta el adiestramiento avanzado y la preparación para la competición. Sus principios son universales y de gran utilidad.
  2. «A mi amigo el perro de caza: Adiestramiento de perros de muestra» de Jean Castaing.
    • Considerado una biblia por muchos cazadores, este libro se centra en los métodos de adiestramiento basados en la psicología canina y la complicidad entre el perro y su guía. Es una lectura esencial para entender cómo forjar un verdadero equipo de caza.
  3. «Razas de Perros Españolas» de varios autores (publicado por la Real Sociedad Canina de España).
    • Aunque no es un monográfico, este tipo de publicaciones oficiales suele incluir fichas detalladas y el estándar oficial de las razas autóctonas, incluido el Pachón Navarro. Es una fuente fiable para conocer sus características morfológicas reconocidas.
  4. «Cazar con perro de muestra» de Adolfo Pérez-Hickman.
    • Un manual práctico escrito desde la experiencia de un cazador español, centrado en las especies y terrenos propios de la península ibérica. Ofrece consejos muy valiosos sobre cómo sacar el máximo partido a un perro de muestra en nuestro entorno.

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